En las instalaciones de la Biblioteca Argentina “Dr. Juan Álvarez” se desarrolló el acto en el cual se entregó el premio a Pablo Racca y la mención a Mario Daniel Foffano.

Se trató de un certamen organizado por el Concejo Municipal a partir de una iniciativa impulsada por la edila Norma López, del Frente para la Victoria-PJ.

La primera edición del Premio Literario “Rosa Wernicke” a la novela social inédita, tuvo su acto de premiación ayer, miércoles 27, en un encuentro en el que los ediles Norma López y Roberto Sukerman del Frente para la Victoria-PJ, entregaron las distinciones y los ganadores brindaron cálidas reflexiones sobre la experiencia.

Al inicio de la reunión, la concejala López se refirió a la historia literaria de la escritora Rosa Wernicke, fundamento preciso de la convocatoria a este concurso: “Es un desafío hoy, en esta historia, que se haya convertido en la primera escritora argentina de la novela social. Incluso porque los datos oficiales dan cuenta de que ese rubro había quedado en manos de Bernardo Verbitsky y, sin embargo, Rosa fue anterior, tal como surge de la investigación que tiene mucho que ver con las desigualdades, con la pobreza, con parte del territorio rosarino que hoy hemos naturalizado, más allá de las acciones políticas que se hayan podido realizar”.

La edila del FPV-PJ también contó con gran detalle cómo fue la llamada a Pablo Racca, ganador del concurso, para comunicarle que “Memoria del Polvo” había sido elegida entre las veintiuna novelas presentadas.

“Uno siempre cree que cuando se plantea la posibilidad de concursar lo hace con toda la expectativa. Así que muchas gracias a todos, espero que este concurso lo puedan tomar cada uno de ustedes, llevarlo y hacerlo bandera en cada lugar de Rosario como parte de la cultura popular en nuestra ciudad”, dijo emocionada la concejala López.

También ofreció unas palabras de agradecimiento el concejal Sukerman, quien felicitó a su colega por la iniciativa y a todos los participantes por darle cuerpo al certamen.

Antes de entregar los premios y diplomas, ofreció su mirada Federico Ferroggiaro, en representación de todo el jurado, que también estuvo integrado por Laura Rossi y Maia Morosano.

Sus palabras estuvieron enfocadas en la obra ganadora: “La idea era que las novelas tuvieran las marcas del género (novela social), el rescate de una problemática o varias cuestiones sociales como un núcleo fuerte. No podía ser un detalle, algo que apenas pueda reflejar que hay algo social, sino que realmente tenía que ser la espina dorsal de la novela. Y creo que en ambos casos, tanto en la novela ganadora como en la que mencionamos, se notaba que había un conocimiento del terreno, que había un saber sobre qué estabas escribiendo Pablo, que no estabas haciéndolo a la distancia o inventando. Porque más allá de la invención, vos conocías, vos sabías sobre qué estabas escribiendo”, cerró Ferroggiaro dirigiéndose a Racca, el escritor ganador.

Entrega de premios y palabras de Racca

El acto prosiguió con la entrega de los premios  a Racca y Foffano y las fotos de rigor, para coronarse –como no podía ser de otra manera– con unas profundamente emotivas y hasta algo nostálgicas palabras del joven escritor Pablo Racca, quien agradeció al Concejo y en particular a la concejala López por la iniciativa, por habilitar “este espacio donde podemos celebrar el encuentro entre cultura y realidades sociales periféricas”.

“Esta novela se apoya en un recorrido personal que se alimentó de muchísimos encuentros, conversaciones, y muchísima práctica en los barrios”, explicó, y luego agradeció a su mentora en la escritura, Marta Ortíz; a cada persona con quienes compartió el taller literario; a quienes leyeron por primera vez su obra y le dieron seguridad; a quienes alimentaron con largas conversaciones y problematizaciones el proceso de escritura; y a los miembros del jurado, por valorar su producción literaria.

“La novela está dirigida a cada persona dentro y fuera de los barrios, a quienes en la vida han luchado codo a codo con quien está al lado nuestro o con quien está un poco más lejos y vamos a su encuentro; esa es una vía un poco más difícil, pero más linda”, concluyó el autor de “Memoria del Polvo”.