12 junio, 2019

Roberto Rosúa es Ciudadano Distinguido

El dirigente político de extensa y destacada trayectoria recibió el reconocimiento, propuesto por el edil Eduardo Toniolli, en un acto realizado este mediodía, miércoles 12, en un colmado recinto de sesiones del Concejo Municipal.

Presidió la ceremonia el vicepresidente primero del Concejo, Roberto Sukerman, a quien acompañó el promotor del proyecto de distinción, el edil Eduardo Toniolli, del Partido Justicialista.
Vale precisar que suscribieron también la iniciativa los ediles Sukerman y Norma López, del Frente para la Victoria-PJ; Andrés Giménez y Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, y María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular y se fundamentó en su “destacada trayectoria política y el compromiso con la comunidad rosarina y santafesina que desarrolló a lo largo de toda su vida”.
Previamente al ingreso de Rosúa al palco de honor “Manuel Belgrano” el vicepresidente primero Sukerman al dar la bienvenida a quienes ocuparon las bancas y las gradas, precisó que el acto era para reconocer a “un maestro” y recordó que quien sería distinguido había ocupado “cargos de gran importancia”.
Acompañaron a Rosúa en el palco su hijo Roberto, sus nietas Violeta y Manuela y su cuñada, Gloria Cortés; en tanto en el palco “Alberto Gonzalo” se ubicó su otro hijo, el ex concejal Fernando Rosúa, al igual que la diputada nacional Alejandra Rodenas.

De Toniolli

De inmediato se leyó el decreto por el que se declara a Rosúa, Ciudadano Distinguido de Rosario, y habló el autor del proyecto, el edil Toniolli, quien dijo que “es un orgullo para mí y para todos los que integramos el interbloque del peronismo, por reconocer a Maradona, como alguna vez se ha dicho de él”.
Acotó que “aparte de un montón de cargos institucionales carga con el honor de haber sido preso político, rehén del gobierno dictatorial”.
“Roberto es un ejemplo -continuó- una referencia, siempre está atento, no se jubiló nunca de la acción política, lo llama al ‘Chino’ -su hijo Fernando- o a mí para decir hay que salir a decir esto. Tiene una cabeza enrome que la pone siempre a disposición del campo nacional y popular”.
En los tramos finales consignó que “es un dirigente de fuste, un intelectual de valía y es nuestro. Nos honra a todos la posibilidad de este reconocimiento”.

Rubén Dunda

Más adelante habló el ex presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Rubén Dunda, quien dijo que se sentía “muy honrado como amigo de Roberto Rosúa” de tener la posibilidad de exponer en el homenaje y consignó que “se puede tener la tentación de agrandar o hasta macanear las virtudes, pero en el caso de Rosúa todo lo que podamos decir coincide con la realidad”.
Hizo más adelante referencia a “la brecha” para afirmar que “nunca existió brecha, existieron y existen luchas”. Al respecto se remontó al gobierno de Juan Manuel de Rosas, la Constitución de 1953, la década infame, el ’45, y “así llegamos al ’55, y al período del ’55 al ’73, que podríamos iniciar con el bombardeo a la Plaza de Mayo, en el ’55 o los atentados a los subtes en el ’53”.
Dijo luego que en todos esos momentos “hubo luchas y en esas luchas, yo lo conocí a Rosúa” para aseverar que “si alguno cree que se está haciendo un homenaje a un ‘viejito bueno’ se equivoca de cabo a rabo”.
Para marcar luego 3 testimonios en los que tuvo directa intervención Roberto Rosúa. Sostuvo que cuando en el ’73 se promueve el olvido y el perdón “en Santa Fe no hubo olvido ni perdón y a los que mataron a Ángel Brandazza, los metimos presos, y en eso estuvo Rosúa”. Aprovechó la ocasión para recordar a quien por aquel entonces era ministro del Interior de la Nación, Esteban Righi.
Afirmó que en esos momentos Rosúa “se ganó mis respetos”. Aludió luego al “intento de intervenir Santa Fe, como ya había pasado con los gobiernos populares de Buenos Aires y Mendoza, y una pieza fundamental para evitarlo fue Rosúa” y como último episodio recordó que ambos compartían el mismo pabellón, el 6, en la cárcel de Coronda, con celdas enfrentadas.

Daniel Sorrequieta

Fue luego el turno del ex intendente de Puerto General San Martín, Daniel Sorrequieta. Manifestó que “es un orgullo que la familia de Roberto me haya permitido hablar entre los amigos” y consignó que “forjamos la amistad en el segundo gobierno de Jorge Obeid, cuando ambos éramos ministros”. En tal sentido indicó que solían “almorzar en el ‘Hotel Castelar’ de Santa Fe, yo era muy joven en la política y le pedía consejos a Roberto”, para destacar la pasión del ex ministro “por la política”.
Igualmente mencionó que Rosúa “no solamente da consejos, sino que pide consejos, eso habla de la humildad de mi amigo”.

Alejandra Rodenas

La diputada nacional Alejandra Rodenas, de Nuevo Espacio Santafesino (NES), en un discurso con muchos recuerdos familiares, mencionó que a Roberto Rosúa “lo conozco desde que tengo 10 años” cuando se conversaba en el ámbito provincial sobre el acuerdo que derivó en la candidatura a gobernador de Carlos Sylvestre Begnis, con el entonces Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) y evocó a su padre, Osvaldo Rodenas .
Aludió a imágenes muy fuertes, “de felicidad y tristeza”, para memorar cuando iban a la escuela, tanto ella como los hijos de Rosúa, con custodia.
Recordó luego cuando en la casa de Rosúa, estudiaba abogacía con Fernando y aprovechó para recordar a la fallecida esposa del homenajeado, Pipa, quien “entraba para ver si estábamos estudiando”.
De igual modo memoró ya como empleada judicial, cuando, “a las 7.30, lo veía a Roberto Rosúa en los Tribunales” y por último dijo que “tuve el honor y la dicha ya como jueza de compartir con Rosúa como ministro de Gobierno”. Dijo finalmente “en los últimos años te extrañamos mucho”.

Entrega de distinciones y agradecimiento

Brevemente y antes de la entrega de las distinciones el concejal Sukerman estimó que “podríamos estar horas hablando de Rosúa”, para recordar su gestión en el ’73 y también evocar a quien fuera intendente en aquel entonces, Rodolfo Ruggeri, -respecto a quien recordó que el Concejo lo había reconocido post mortem-. De igual modo hizo referencia a la gestión del ex intendente Héctor Cavallero, quien estuvo presente en el acto.
Seguidamente los concejales Toniolli, López, Magnani y Miatello y el ex edil Rosúa, le entregaron la copia del decreto por el que se lo nombra Ciudadano Distinguido. La diputada nacional Rodenas y el diputado provincial Cavallero le hicieron entrega del diploma correspondiente; el edil Sukerman, la plaqueta recordatoria y el concejal Toniolli le colocó la medalla pin.
“En 1958 ingresé por primera vez a este recinto, no tan elegante como ahora. Pido la palabra, señor presidente, de ese modo inicié mi actividad política”, precisó Rosúa al iniciar su agradecimiento.
Dijo que no pretendía hacer una cronología, pero sí recordó algunos hechos. Así mencionó que tras el golpe de estado de 1955, “hubo una orden del comité nacional partidario -la UCR, por entonces- para que los abogados defendiéramos a los peronistas presos por aplicación del decreto N° 4.361” y en tal sentido hizo referencia cuando defendió a “un ex juez de paz, Fernández Aparicio, al que se lo acusaba de peronista, por tener un cuadro con la imagen del general Juan Domingo Perón montado en su caballo. El juez que había sido nombrado por la dictadura, preguntó de qué se lo acusaba. De peronista, le dije. Cerró la causa y se fue Fernández Aparicio con el cuadro bajo el brazo”.
Recordó otra anécdota cuando quien era su chófer cuando estaba al frente del Departamento Provincial del Trabajo, estaba enfermo, lo fue a visitar y le pidió “cuídemelo y le pregunté a qué, a un cuadro con la imagen del general Perón”.
Sostuvo que “más allá de lecturas y estudios, estos son mis mejores recuerdos. No niego los aportes intelectuales, pero esto es el cable a tierra”.
Hizo referencia luego a otros momentos. “Cuando estaba preso, mi esposa, Pipa, pidió una audiencia con el entonces comandante del II Cuerpo de Ejército, el general Ramón Díaz Bessone, y le preguntó los motivos de la detención. Le dijo que era por ser socio de los peronistas.” y también contó cuando le advirtieron que iban a detenerlo se fue a algún pueblo del interior y cuando pudo hablar con su esposa “me dijo que vinieron del Comando y me dijeron que si no me presentaba, se llevarían a mis hijos. Allí volví y me detuvieron. Esa era la saña de los militares”.
Recordó los tramos finales al gobierno de Arturo Frondizi y sostuvo que “yo hice lo que tenía que hacer. Elegí el camino de la política y no me arrepiento”.

Asistentes
Entre los muchos que estuvieron en el acto se encontraban el ex intendente municipal y actual diputado provincial, Héctor Cavallero; el ex presidente del Concejo, Esteban Borgonovo; el diputado provincial y ex titular de la Cámara baja, Luis Daniel Rubeo; los ex concejales Sergio Rossi, Arturo Gandolla, Alfredo Curi, Ricardo Reynoso, Luis Lizondo, Alberto Cortés y Verónica Riera; el ex diputado provincial Gerardo Rico, y el ex vicerrector de la Universidad Nacional de Rosario y ex diputado nacional, Eduardo Seminara.
Asimismo asistieron el ex titular de la Asociación Empresaria de Rosario y Dirigente Gremial Empresario Distinguido, Elías Soso; el Poeta Distinguido Rubén Plaza; el ex ministro de Gobierno, Carlos Carranza; el presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta; y el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), José “Pepe” Berra.
Hicieron llegar su adhesión al acto el gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, y el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, y ex presidente del Concejo, Agustín Rossi.

Trayectoria
Roberto Arnaldo Rosúa nació el 1º de enero de 1928 en la ciudad de Las Rosas, departamento Belgrano, y a finales de la década del ’40 estudió abogacía en la Universidad Nacional del Litoral, incorporándose al Centro de Estudiantes de esa casa de estudios.
En esa época militó en las filas de la Unión Cívica Radical Intransigente (Ucri), teniendo como referente político a Arturo Frondizi y a partir de 1955 se dedicó a defender a militantes peronistas presos por combatir a la dictadura.
Fue a finales de 1957 que resultó elegido concejal de Rosario por el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), ejerciendo por un año hasta que la Intendencia fue intervenida.
Tras esa intervención se trasladó a la ciudad de Santa Fe, donde presidió el Departamento Provincial del Trabajo, siendo luego convencional constituyente provincial en 1962, por lo que debió participar de la reforma de la Constitución Provincial, cuyo mentor fue Carlos Sylvestre Begnis.
Ese mismo año fue electo diputado provincial por Santa Fe y posteriormente asumió como vicepresidente del Colegio de Abogados de Rosario en el período 1966-1968 y presidente en el lapso 1970-1972.
En 1973 asumió como ministro de Gobierno, Justicia y Culto de Santa Fe hasta que debió renunciar por amenazas de la Triple A, debiendo exiliarse en Europa, regresando a nuestro país para ejercer como abogado hasta que debido al golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 estuvo preso durante varios meses.
Tras ser puesto en libertad se exilió en Brasil, donde se radicó 4 años, trabajando para la empresa Vasalli y, en 1991, fue candidato a vicegobernador en la fórmula encabezada, en 1991, por Raúl Carignano,
El 14 de mayo de 1995 ocupó nuevamente el cargo de ministro de Gobierno durante la primera gobernación de Jorge Obeid, siendo elegido diputado provincial en 2003, pero en este caso no asumió, en razón de aceptar ser ministro de Gobierno durante el segundo período del mandato de Obeid en la gobernación.
Se destacó fundamentalmente en el área de seguridad pública, materia en la cual aún hoy sigue siendo consultado por especialistas en razón de su voz autorizada.