El acto de imposición de nombre a sede de calle Córdoba 3650 , se realizó este miércoles 11 de marzo.
Del acto participaron la concejala Verónica Irizar, del bloque Socialista e impulsora de la iniciativa, y María Luz Olazagoitía, de Ciudad Futura-FSP.
Estuvieron presentes además Mariana Caminotti, secretaria de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario; Martín Clapié, director de Diversidad Sexual municipal; Carlos Italiano, militante del Movimiento de Liberación Homosexual; Jorge Alberto Espina, hermano de Juan Carlos Espina; José María Díaz de Brito, responsable de la Casa LGBTI “Dr. Juan Carlos Espina”, y Fabiola Porfiri, secretaria de Género de Club Atlético Rosario Central.
También enviaron su adhesión la concejala Norma López, de Frente de Todos-PJ; Esteban Paulón, director ejecutivo del Instituto Políticas Públicas LGTBI+, y el Sindicato de Trabajadores de Telecomunicaciones de Rosario.
Durante el transcurso del acto, se llevó a cabo la lectura de la ordenanza por la cual se designa con el nombre de “Juan Carlos Espina» a la Casa LGBTI. Se descubrió la placa indicativa e intervinieron como oradores, la concejala Irizar y Clapié. Se leyeron cartas de Italiano, de Díaz de Brito y de Lucas Mc Wire mientras que Jorge Alberto Espina – hermano de Juan Carlos- dirigió unas palabras.
Juan Carlos Espina, bioquímico fallecido el 8 de febrero de 1994, fue -entre 1984 y 1986- el primer secretario general del Movimiento de Liberación Homosexual (MLH), organización LGBTI de nuestra ciudad y la provincia de Santa Fe.
En el MLH, desarrolló sus actividades, no sólo promoviendo la organización de la población LGBT de Rosario y la solidaridad entre sus miembros sino también propiciando la participación activa y abierta del MLH en eventos sociales en Rosario. Apoyó los reclamos de otras organizaciones de derechos humanos, marchando como Movimiento de Liberación Homosexual en las primeras demostraciones por la aparición con vida de los desaparecidos, juicio y castigo y reparación, colaborando directamente con las organizaciones de Derechos Humanos y sumando su voz a los pedidos de justicia.
En la década de los 80’, el MLH tuvo que hacer frente a la aparición del Sida y en 1987, lanzó la primera campaña en Rosario, para concientizar y difundir la importancia de la prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y promover la asistencia a las personas viviendo con VIH. En su condición de bioquímico, Espina, tuvo un aporte muy valioso en la realización de los primeros test de detección del VIH-Sida, impulsando que sean de carácter gratuitos y anónimos.