20 mayo, 2019

Una placa para evocar a Adolfo Bello

El pasado viernes, 17 de mayo, y al cumplirse 50 años de su asesinato, se descubrió una placa en el frente de la galería Melipal, en homenaje al estudiante de ciencias económicas.

Adolfo Bello fue asesinado en el marco de las protestas estudiantiles que se habían originado en la ciudad de Corrientes, por el aumento de los precios del comedor universitario, y tras el asesinato de un estudiante en aquella ciudad en solidaridad protestaron los universitarios rosarinos, y en el frente de la galería Melipal fue mortalmente herido el estudiante de Las Rosas, Adolfo Ramón Bello, que luego de algunas horas murió en la entonces Asistencia Pública, en Moreno al 900.
La colocación de la placa fue promovida por el edil Eduardo Toniolli, del Partido Justicialista, quien presidió el acto, realizado en la peatonal Córdoba al 1369, en el acceso a la galería Melipal.

Se inició el acto con la lectura de la resolución por la que se dispuso la colocación de la placa y a continuación descubrieron la misma el edil Toniolli; Berta Temporelli -histórica militante del justicialismo-, el ex presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso; el titular de la Asociación Mutual de Trabajadores Municipales de Rosario (Amtram), Carlos Corbella, y la secretaria de cultura y derechos humanos del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) Rosario, Silvana Cadahia.

De Toniolli
Habló luego el concejal Toniolli, quien recordó a Bello como “un joven estudiante asesinado” y dijo que era un homenaje “porque había dejado sus huellas en la ciudad”, dado que, recordó, era de Las Rosas, pero había llegado a estudiar a Rosario.
Mencionó a la ciudad como «universitaria» para indicar que la presencia de la Universidad Nacional de Rosario, y su antecesora la Universidad Nacional del Litoral, “atrae la presencia, de cientos, de miles de estudiantes”, y aludir luego que a partir de ello es “una ciudad rebelde, que nunca se amilanó”. Hizo referencia en tal sentido a la resistencia al golpe de estado de 1955, y recordó una famosa pintada en Villa Manuelita que hacía referencia que “Estados Unidos y Rusia, habían reconocido a la Revolución Libertadora, pero no Villa Manuelita”.
Evocó asimismo otras luchas en la ciudad como las realizadas “contra las privatizaciones”, entre otras características de ciudad luchadora.

Roberto Maurino

Fue luego el turno de un testigo de los hechos, Roberto Maurino, quien historió lo ocurrido, con las primeras protestas en Corrientes, con el asesinato del estudiante Juan José Cabral, por “el aumento del 500 por ciento de los tickets del comedor universitario, militante del integralismo en la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), que continúa con una protesta el viernes anterior, 16 de mayo, donde marchan 300, 400 estudiantes”.
Consignó que ese sábado al mediodía, “estábamos en el Comedor Universitario, en Corrientes entre Santa Fe y Córdoba, y salimos 500, 600 estudiantes, y un policía Lezcano, mata a Bello, que como otros habíamos entrado a la galería Melipal, que no tenía entonces salida”.
Precisó que luego se producen actos relámpago y volanteadas, y es convocada la “Marcha del silencio”, para el 21 de mayo, a las 19, “allí la policía reprime y en las puertas de LT8, mata al estudiante secundario y obrero metalúrgico Luis Blanco, que muere en el Sanatorio Palace” y marcó que más adelante se produce “el Rosariazo el 16 y 17 de septiembre de 1969”.

Viviana Nardoni
La directora del Museo de la Memoria, Viviana Nardoni, resaltó la importancia de recordar “los rosariazos” a través de diferentes actividades y aludió a la “unidad obrera estudiantil” de aquellos años, a la que calificó de “insurrección popular” y en tal sentido hizo referencia a Rosario como “ciudad insurrecta”.
Mencionó asimismo dos aspectos que muestran la continuidad de políticas represivas. Evocó que quien fuera el jefe de las tropas que reprimieron “los rosariazos” era “el entonces coronel Leopoldo Fortunato Galtieri, que luego comandara el II Cuerpo de Ejército durante la dictadura y fuera el presidente del genocidio de Malvinas”.
Y en igual sentido precisó que era jefe de policía quien también lo fuera durante la dictadura, Agustín Feced. “Todo tiene sus continuidades”, destacó y terminó sus palabras con “Hasta la victoria siempre”.

Otros discursos
Se expresó luego el dirigente de la Asociación Bancaria, Matías Layús, quien lo hizo por el Movimiento Sindical Rosarino. Mencionó las luchas obreras, desde 1943, recordó a la CGT de los Argentinos que en en ’69 en Rosario tenía como secretario general al dirigente de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Héctor Quagliaro, y la posterior unificación, tras los hechos por la muerte de Bello y Blanco.
Igualmente recordó Layús, que en la misma cuadra, en la esquina con Entre Ríos, habían matado a un obrero, “9 años antes por querer recordar el 17 de octubre”.
También hablaron por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacional de la Universidad Nacional de Rosario, Santiago Rojas, y por Hijos, Tomás Labrador.

Del edil Sukerman
En el tramo final del acto habló el vicepresidente primero del Concejo, Roberto Sukerman, del Frente para la Victoria-PJ, quien resaltó el “espíritu de la convocatoria” y destacó la importancia de una representación plural en los actos para evocar “los rosariazos”, ocurridos hace 50 años.
Marcó la “sinergia de las luchas estudiantiles, principalmente en mayo, y en septiembre las obreras”.
Asimismo destacó a Rosario como “cuna de rebeldía”.

Asistentes
Entre otros participaron del acto los ex concejales Alfredo Curi y Manuel Campos; el secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza, seccional Rosario, Alberto Botto; José “Pepe” Berra, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) y el Movimiento Evita; Fabio Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario, y el director de Comunicación Audiovisual de la Universidad Nacional de Rosario, Miguel Yrigaray, quien integra la comisión organizadora de los actos para evocar los 50 años de los «rosariazos».