2 julio, 2019

Despacho para el proyecto de la manzana 125

Este mediodía, martes 2 de julio, se logró el acuerdo en el curso de una reunión conjunta de las comisiones de Planeamiento, Gobierno y Ecología.

El encuentro se realizó en el Salón de los Acuerdos “Dr. Lisandro de la Torre” presidido por la titular de la comisión de Planeamiento, María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular (IP), a quien acompañaron la presidenta de la comisión de Gobierno, María Eugenia Schmuck, del bloque Radical, y el presidente de la comisión de Ecología, Osvaldo Miatello, de Compromiso con Rosario.
Asimismo participaron Pablo Javkin, de Creo; Juan Monteverde y Caren Tepp, de Ciudad Futura; Horacio Ghirardi y Verónica Irizar, de la bancada Socialista; Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, y Norma López, del Frente para la Victoria-PJ.
Igualmente concurrieron Carlos Cardozo, Gabriel Chumpitaz, Agustina Bouza, Agapito Blanco y Roy López Molina, de Cambiemos; Celeste Lepratti, del Frente Social y Popular; Lisandro Zeno, del Partido Demócrata Progresista, y Eduardo Toniolli, del Partido Justicialista.

Las intervenciones
Al iniciar las intervenciones el concejal Miatello explicó las modificaciones que se analizaron en la comisión de Ecología y que propuso, con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Así precisó la reducción de “la altura de la torre de calle Corrientes, de 88 a 70 metros, mientras que quedan como están las de Paraguay y Rioja”. Igualmente marcó que “se elimina el 5 por ciento de tolerancia en la superficie a construir”.
Por otra parte indicó que si bien había propuesto que como compensación se construyeran 45 viviendas en Villa Banana, “se consensuó destinarla -como establece la normativa- al Fondo Municipal de Tierras”. Igualmente se establece específicamente la cantidad de pisos que deben destinarse a viviendas.
Consideró el concejal Miatello que “es un proyecto interesante” y destacó que “se realizó el estudio de impacto ambiental”. De igual forma precisó que “no puede mantenerse sine die sin definición un proyecto”.


A su turno la concejala Tepp formuló algunas preguntas y recordó las objeciones que desde Ciudad Futura se hacían al proyecto. En tal sentido consultó “cuántos de los 40.000 metros cuadrados se van a destinar a viviendas y cuántos a otros usos” y enfatizó que “no podemos saber qué cantidad de viviendas” tendrá el complejo.
Se preguntó: “¿Cuáles son los plazos de la obra?” para mencionar que se indica que el desarrollador tendrá “un año para presentar el proyecto final, 2 años para empezar las obras, y 12 años para llevarla a cabo, con lo que serán 14 ó 15 años en la manzana de Corrientes, Córdoba, Paraguay y Rioja”. En el mismo sentido consultó respecto al impacto para los habitantes de la zona y para el área.
Subrayó que “ni siquiera hubo acuerdo para realizar las viviendas en Villa Banana” y consignó que el “dinero seguirá yendo al Fondo de Tierras”. También estimó que con el dinero de la compensación sólo se podrían hacer 10 viviendas.
Más adelante preguntó respecto a “qué mecanismos de control y sanciones por incumplimiento” se disponen y sobre “cómo garantizar que no venda a otro los lotes”. Igual consulta respecto a «la garantía que el espacio público previsto en 2.400 metros cuadrados no quede en 400 metros cuadrados y los otros 2.000 se utilicen comercialmente”.


La concejala López coincidió en las dudas respecto al uso del espacio público, respecto al cual marcó que ello está regido por un consorcio, según las normas del Código Civil, en referencia al espacio que se prevé realizar para unir las calles Corrientes y Paraguay.
Por otra parte la edila del FPV-PJ mencionó que “no se escuchó a los vecinos, de los que hay un expediente” y dijo que “tampoco se tuvo en cuenta la contaminación auditiva” para estimar que “habrá un antes y un después en el centro” con esta obra, y aludió a la “impermeabilización” que producirá en el área tal construcción.
En otro orden sostuvo que “nos pone en tensión, ante la situación de ajuste permanente del gobierno de Cambiemos, que en la obra habrá 500 puestos de trabajo”.
“Si algo he hecho es propender a que se escuche a los vecinos afectados directamente por la obra”, precisó la edila Lepratti, quien acotó que “hay una presentación, hicieron una contrapropuesta”. Sostuvo que “en este caso, como en tantos otros debería haber un canal más fluido de información. No se entiende porqué ni el Concejo, ni el Departamento Ejecutivo no informaron a los vecinos que se enteraron por una organización no gubernamental”, por lo que planteó que “ojalá se tenga en cuenta en el futuro”.
Recordó asimismo la concejala del Frente Social y Popular que a partir de una inquietud de su sector había elaborado un informe el especialista Federico Miyara, con respecto al tema del ruido y vibraciones en el marco de la obra.


La concejala Schmuck a su turno recordó que había fijado la posición en las comisiones de Gobierno y de Planeamiento, para marcar que “no es que se discute por primera vez”, para mencionar que el empresario comenzó a dialogar sobre un proyecto para el área desde el 2010 con el Departamento Ejecutivo.
Asimismo consignó que “no es nuestra competencia” definir los detalles, para marcar que el proyecto “va a revitalizar el casco urbano” e insistir en cuanto a que “fijar los detalles le corresponde al Departamento Ejecutivo».
En una nueva intervención la concejala Tepp insistió en que se establezca claramente respecto a los pisos destinados a vivienda; mientras que el edil Miatello, reiteró que el “texto es el que se pudo consensuar” para mencionar que “propuestas que tengan que ver con mejorar” podrían abordarse el jueves en el recinto.
En su participación el concejal Blanco sostuvo que en el lugar “hay una playa de estacionamiento que puede seguir funcionando”, para indicar que si hubiera el desarrollador decidido construir “con los indicadores como en el resto de la zona hubiera hecho edificios de planta baja y entre 9 y 10 pisos, una caja de zapatos, entre medianeras” y estimó que en vez de 40.000 metros cuadrados hubieran sido 35.000 metros cuadrados, cuando “en este caso se abre un pasaje público entre Paraguay y Corrientes”.
El edil Ghirardi, expresó su apoyo al mensaje del Departamento Ejecutivo y estimó que “aporta a renovar el área céntrica”, aludió a las conversaciones en el ámbito de la Municipalidad “por más de 2 años” y recordó que el proyecto “hace un año y medio que está en el Concejo”.
Lo consideró un “proyecto virtuoso” al destacar que reúne usos mixtos tales como comerciales, viviendas, oficinas, culturales.
El concejal Monteverde consideró un “problema de concepto” y precisó que con la decisión del cuerpo “hacemos más rico a alguien que ya es rico”, planteó que “va a triplicar ganancias” y dijo que la compensación “son 500.000 dólares, dos departamentos”.
Enfatizó que “es un área de reserva por lo que sin la determinación del Concejo no se puede hacer nada” para insistir en, por ejemplo, determinar «una parte para vivienda accesible, algo que hace Barcelona, no en La Habana o Caracas».
Aludió de igual forma a la falta de cumplimiento de acuerdos similares, como el caso de Los Pasos, o las torres Mauí.
El edil Cardozo sostuvo que “solo me subordino a mi conciencia, mi familia y lo que decide mi bloque”, para destacar que “por primera vez se había realizado un estudio ambiental”.
La concejala Irizar acotó que el expediente no pasó por la comisión de Presupuesto porque la ordenanza que regula los acuerdos establece las compensaciones y resaltó que Rosario fue la primera ciudad en la Argentina que determinó este tipo de acuerdos.


La concejala Gigliani sostuvo que “no es la mejor propuesta para la ciudad” y coincidió en los cuestionamientos desde el punto de vista ambiental. En tal sentido aludió a los reclamos que ha formulado en más de una ocasión respecto a la calidad del aire.
Insistió que “no son sustentables y no lo vamos a acompañar” al proyecto.
Sí planteó la edila Gigliani la posibilidad de establecer una caución para que si el empresario no cumple las obras que debe hacer, las realice el Estado con la garantía.
La concejala Magnani, en tanto cuestionó que se le autorizara mayor altura y también brindó un ejemplo de un acuerdo no cumplido y en el que la Municipalidad completó una obra que un desarrollador no realizó, como el caso de la calle Berheim.
El concejal Chumpitaz sostuvo su acuerdo con la iniciativa y en cuanto al proyecto planteado por el edil Monteverde para que se supiera por 10 años quienes adquieren departamentos en el lugar, planteó que fuera por 15 años.
En el cierre de las intervenciones el concejal Toniolli insistió en la necesidad de un mayor debate y recordó que habían planteado que se fijara en 65 metros la altura máxima que es la misma que se autorizó para el nuevo edificio sobre calle Corrientes de la Bolsa de Comercio.

Ya terminada la reunión el concejal e intendente electo Javkin dialogó con los vecinos de la zona que habían concurrido a plantear sus propuestas.