El concejal Eduardo Toniolli, del Partido Justicialista, junto a la diputada nacional Lucila De Ponti, presentaron el estudio realizado por el Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortíz (Ceso).
Los datos los ofrecieron en el transcurso de una conferencia de prensa realizada esta mañana (viernes 14), en la Sala de la Memoria del Anexo I “Arturo Illia”.
En tal sentido se indicó que se midió el consumo en los barrios Casiano Casas, República de la Sexta, La Lagunita y Mangrullo y se determinó que una familia de sectores populares necesita en el corriente mes de septiembre 27.089 pesos, para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vestimenta, transporte, salud y educación.
Tal cifra representa un 21 por ciento más que en el mes de junio pasado, cuando eran necesarios 22.383 pesos. Por su parte medida anualmente, de septiembre de 2017 a septiembre del 2018 la suba es del 46 por ciento, dado que hace un año se necesitaban 18.687 pesos y hoy se requieren 8.402 pesos más.
En tanto solamente para cubrir sus necesidades básicas alimentarias una familia necesita 10.985 pesos. Mientras que si se mide por persona, un adulto rosarino necesitó 3.555 pesos para cubrir una cantidad mínima de alimentos y no caer debajo de la línea de indigencia.
Por otra parte, se marcó que si se compara con otros indicadores sociales, queda en evidencia que el salario mínimo, vital y móvil actual cubre “apenas el 39,5 por ciento del costo de vida promedio de una familia. Tampoco logran acceder plenamente los sueldos promedio de un obrero de la construcción ($20.587), un empleado de comercio ($19.003) y mucho más atrás quedan las empleadas de casas particulares ($11.054). Incluso la asignación universal por hijo (AUH) ($1.684) apenas alcanza para las necesidades alimentarias de los niños y niñas menores de 2 años”.
El concejal Toniolli destacó, a partir del estudio, el “fuerte deterioro y exclusión que generan estos indicadores” y aludió a la necesidad de avanzar en la declaración de la emergencia social y en tal sentido dijo que: “Si tenemos en cuenta que en Rosario hay familias de cuatro integrantes que están viviendo con dos asignaciones por hijo como único ingreso formal, y que la canasta alimentaria está en 11 mil pesos, es decir tres veces más, la pregunta es cómo hacen esas familias no ya para transportarse o vestirse, sino exclusivamente para comer”.
“Por eso -finalizó el edil del Partido Justicialista- estamos reclamando la emergencia alimentaria: todo lo que un niño o niña no incorpora de nutrientes en los primeros años de vida, lo sufre en falta de desarrollo a posteriori. Tenemos en claro que la situación de fondo no la vamos a resolver con una o mil iniciativas cómo estas: el enfriamiento de la economía, la desocupación, el achicamiento del mercado interno, los va a resolver el pueblo argentino con su voto el año que viene. Pero mientras tanto hay que dar respuesta al hambre más urgente”.
En tanto la diputada De Ponti sostuvo que “este estudio pone en números una realidad que conocen y sufren día a día las familias rosarinas, que cada día tienen que hacer más sacrificios para cubrir las necesidades mínimas y cada vez les alcanza para comprar menos.”
También consignó que “nos ayuda a tomar dimensión de la brutalidad de los aumentos, tarifazos, y la devaluación y cómo golpean en el bolsillo las políticas económicas de ajuste”.