9 noviembre, 2017

Jorge Galíndez es Médico Distinguido

El reconocimiento le fue entregado anoche (miércoles 8) en el transcurso de un acto realizado en el salón del Círculo Médico de Rosario, a partir de una iniciativa de la edila Carola Nin.

Decenas de profesionales, compañeros y amigos de Galíndez colmaron el salón de actos de la entidad ubicada en Italia y Santa Fe, para participar de la ceremonia que se inició con la lectura del decreto por el que se lo nombra Médico Distinguido, tarea que estuvo a cargo del director general de Ceremonial y Protocolo, Norberto Martínez.

De Nin

De inmediato la concejala Nin resaltó la trayectoria de Galíndez al ser de los los primeros en “trabajar en una problemática que era desconocida” en esos momentos.
Mencionó que realizó la tarea “con mucha humildad, en un gesto de humanismo” para sostener que es “un baluarte de la medicina”.
Asimismo consignó que “esta distinción es de toda la ciudad” y afirmó: “Felicitaciones por esto, que te lo merecés”.

Lupo y Fay

Habló luego Sergio Lupo, quien al igual que Galíndez, ha trabajado en la temática del VIH-Sida, quien dijo que en el acto “compartimos un momento grato en tu vida”, para mencionar luego otras etapas compartidas.
En tal sentido aludió cuando “en los ’80 compartimos el surgimiento de una epidemia que estigmatizaba no sólo a los pacientes sino a los propios médicos”. Consignó que “participamos del campo de la investigación” para marcar que “los pacientes hoy tienen la misma expectativa de vida que nosotros”.
También recordó cuando en el 2009 compartieron una actividad, cuando se había desatado la gripe aviaria, luego gripe A,  y al volver dieron los signos de alerta, pero “Galíndez se animó a sacarse una foto en su casa con barbijo y esa foto fue más impactante que todo lo que pudiéramos decir”.
También precisó cuando los llamó el hoy decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Ricardo Nidd, por entonces director de la Escuela de Graduados, donde se formaron 200 especialistas.
De igual modo sostuvo que fue “delegado gremial sin título, para defender el área de atención a pacientes con VIH en el Hospital ‘Eva Perón’ y fue también importante su tarea para evitar que se transformara al hospital en un gran centro de atención primaria”.
Fue más adelante el turno de Oscar Fay, Ciudadano Distinguido en Ciencias Bioquímicas, quien recordó su tarea junto a Galíndez en la temática del VIH-Sida, para evocar “aquellos difíciles momentos a comienzos de la década del ’80, aquella verdadera gesta” y evocó el momento en que lo convocó “para trabajar en una verdadera quimera, en ese frente de lucha contra el HIV”.
Mencionó la creación del “Copes, Comité de Prevención del Sida”, en el ámbito de la Universidad Nacional de Rosario, “cuando la Oficina Sanitaria Panamericana, había pedido una task force” para trabajar en la temática, a partir del Centro de Hepatitis Virales que se transformó en un centro para la pandemia y agregó a ello la creación del Programa Municipal de Sida (Promusida), la primer área en un municipio dedicada al tema.
Dijo por último Fay que la distinción es un reconocimiento a la “dedicación, trabajo y compromiso hacia el paciente”.

Video, Nidd y Pedrola

Se proyectó más adelante un video en el que varios profesionales desde distintos lugares del mundo y que compartieron actividades en la lucha contra el VHI Sida con Galíndez se refirieron al Médico Distinguido.
Continuó el acto con la intervención del decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, Ricardo Nidd, quien resaltó la actividad de Galíndez en los ámbitos de la salud pública y la educación pública, dado que sostuvo “en la educación pública es docente en la Facultad y en la salud en el querido Hospital ‘Eva Perón’ que alguna vez volverá a ser hospital universitario”.
Acotó que “pareciera que es un gran sidólogo -que por supuesto lo es- pero es también un gran maestro. Centenares de profesionales de la salud son alumnos de este maestro”.
Cerró los discurso el presidente de AHF Argentina, Miguel Pedrola, quien indicó que adelantó un viaje desde Haití, para participar del acto y elogió la tarea de Galíndez en el tema sida.
Mencionó que “por primera vez vamos a ver la aparición de una enfermedad y en el 2030 la terminación de la epidemia”.

Entrega de distinciones y agradecimiento

La concejala Nin entregó luego a Galíndez, la copia del decreto por el que se lo declara Médico Distinguido; el correspondiente diploma y la plaqueta recordatoria, mientras que el director de Protocolo, Martínez, le colocó la medalla pin.
En su agradecimiento inició y cerró sus palabras con referencia a su esposa. “Ya pasó, María Rosa”, dijo al comenzar su discurso, en el que recordó que había nacido en la cama de la casa de sus padres, en Cochabamba y Paraguay, para mencionar que entre el público estaba la hija de la partera, Nilda Montenegro.
Indicó que era hijo de trabajadores y recordó que que su madre “peronista fanática, evitista probablemente,  me decía ‘siempre ponete del lado de los más necesitados’. Ya grande me ayudó a explicarme lo que hice en mi vida”.
Posteriormente evocó su paso por el entonces Colegio Americano, “la barra de la esquina, del ‘Sol de Mayo’, de Pellegrini y Corrientes, el primer cigarrillo, el primer whisky”, para marcar luego cuando logró una beca, a los 17 años, para ir a Estados Unidos.
Dijo que “jamás había pensado en estudiar medicina” y dijo que luego “le empezó a gustar” y conoció “por una apuesta” a quien hoy es su mujer, María Rosa Galván. Aludió a la participación en cuestiones sociales y recordó cuando “Fay me llamó y dejé todo porque sentí que era lo que tenía que hacer”.
En ese tramo de sus palabras mencionó a quienes desde el Hospital “Carrasco”, trabajaron en los inicios del tema sida, Guillermo Weisburd -actual decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), también presente en el acto- .
Dijo que en esos primeros años “no había respuesta terapéutica. No teníamos nada, más que la palma en el hombro. No puedo hacer mucho pero me voy a quedar al lado tuyo”.
Al cerrar sus palabras agradeció a su esposa María Rosa, que participó del acto, junto a los hijos y nietos.