11 abril, 2018

Miatello recibió a un especialista mexicano en transgénicos

Junto a la concejala Marina Magnani, el presidente de la comisión de Ecología y Medio Ambiente se interiorizó sobre la realidad de los cultivos en ese país.

El especialista invitado fue Oscar Arnulfo de la Torre de Lara, quien expuso sobre “Transgénicos y derechos humanos”, una mirada crítica sobre la producción industrializada de maíz, producto de base alimenticia de México. En la ocasión, se puso sobre debate la agricultura campesina centenaria en contraposición a los grandes terrenos de producción industrializados.

La reunión, a la que asistió Osvaldo Miatello, de Compromiso con Rosario, y Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, tuvo lugar en la sala de reuniones del Anexo II “Alfredo Palacios”, ubicado en 1° de Mayo 945.

“El maíz para los mexicano es fundamental. Es nuestro alimento primordial, es la base económica para los campesinos. Sin embargo, nuestro país importa más que lo que exporta”, adelantó al inicio del encuentro.

Comentó luego que, anteriormente en la época del ex presidente Vicente Fox, no se permitía el cultivo de transgénico, realidad que cambió con las sucesivas gestiones. Profundizó en referencia al auge de paquetes tecnológicos, agrotóxicos,  y la puesta en marcha de un proceso de «domesticación de la cultura campesina para arribar a un tipo de semilla única, industrializada y alterada genéticamente».

Al respecto, el presidente de la comisión de Ecología se refirió a la agrotóxicos, puntualmente al glifosato, y dijo: “Esa batalla la ganamos en la opinión pública. Ahora debemos dar el debate de la productividad; los productores y las economías deben volver a lo anterior”.

En ese sentido, de la Torre de Lara aseguró que las investigaciones científicas indican que las semillas transgénicas no tienen mayor productividad que otros sistemas.

Por su parte Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, agregó sobre el contexto nacional y declaró: “La agricultura actual excluye de la sustentabilidad a la gente trabajadora campesina que migra de los campos a las villas miserias por los nuevos métodos automatizados de producción”.

Sobre ese punto, De la Torre de Lara esbozó que se trata de una decisión política de Estado. En México, por ejemplo, con el maíz que produce el estado de Chiapas se puede abastecer de alimento a todo el Distrito Federal, ciudad capital con 23 millones de habitantes. “Cada maíz es específico para la comida de los mexicanos. Por el contrario, las nuevas tecnologías llevan a la uniformidad de producción y homogeneidad del tipo de maíz”, profundizó.

A raíz de ello, en México, muchos agricultores buscan alternativas a los grandes pooles de siembra. “Hoy muchos campesinos buscan la certificación en productos orgánicos; es una migración de la producción para sortear el impacto empresario de las grandes extensiones de cultivo”.

La concejala Magnani, en tanto, reflejó la pérdida de los derechos laborales campesinos, el avance de las políticas neoliberales y los conflictos socioambientales. “El neoliberalismo fue un proceso continental. Condice la temporalidad de los cambios  y los levantamientos sociales y populares en México y en Argentina”, añadió.

Por último, Oscar Arnulfo de la Torre de Lara anticipó un escenario de más resistencia social respecto a la producción de maíz, no solo en la faz productiva, sino en materia de consumo y hábitos alimenticios.