Por su tarea como empresaria gastronómica y “su destacada labor solidaria”.
En un recinto colmado y en el que no faltaron las lágrimas y emociones en la tarde del pasado jueves 10 de octubre fue declarada Ciudadana Distinguida Post Mortem de Rosario Martha Cura.
Del concejal Fiatti
Se inició el acto con las palabras de quien propuso la distinción, el edil Fabrizio Fiatti, de Arriba Rosario, quien admitió que “este reconocimiento llega tarde” pero tiene un “significado, destacar una historia de vida de una persona que tiene un legado enorme”.
Consignó que “es el tipo de distinciones que impulsamos con muchísimo convencimiento, porque es una historia de vida que hace a la historia de la ciudad, de historias que queremos se reproduzcan porque hacen a la identidad de nuestra ciudad”.
Aludió respecto a Cura su “figura como emprendedora, habiendo iniciado esto que hoy es una marca registrada en nuestra ciudad como empresa gastronómica desde un lugar como ama de casa, y sostenerlo desde ahí y hacerlo crecer, marcando hoy una de las empresas que distinguen a nuestra ciudad y nos hace sentir orgullosos que sea rosarina”.
Resaltó de igual modo su “compromiso por causas comunes, por causas nobles, que también hay que destacar y reconocer, porque en definitiva son actos de justicia, de reparación”.
Más adelante dijo que “la biografía, la historia de Martha Cura, es un orgullo para su familia, pero también un patrimonio para la ciudad”, y “con ese convencimiento queremos hacerle esta distinción y marcar esa huella que ella ha marcado”.
Biazzi
En representación del intendente municipal, Pablo Javkin, habló el jefe de Gabinete, Rogelio Biazzi, quien transmitió el saludo del jefe comunal, y precisó que “esta distinción pone en blanco sobre negro” a un reconocimiento a una personalidad.
Consignó que “conocía a la familia, a los hijos” y mencionó que “Rosario es una ciudad especial, maravillosa, única por muchas cosas, y una de esas cosas es su origen, que no tuvo fundador. Rosario verdaderamente se hizo con el impulso de los pobladores, de la gente, del sector privado”.
Marcó que “tiene esa cosa rebelde, ese ADN emprendedor, de pujanza, que hicieron un montón de familias y Martha forma parte de quienes construyeron la ciudad de Rosario, en distintos sectores, momentos, que aportaron un granito de arena a esta grandeza de la ciudad de Rosario”.
Dijo posteriormente que “muchas veces los ritos, los formalismos, son importantes porque hacen que las cosas que hoy estamos remarcando queden grabadas, escritas, perpetuadas. Este momento es importante para la familia, pero también para todos, los que compartieron las causas altruistas y solidarias. Y a seguir con el legado de Martha Cura”
Correa Uriburu
Habló luego una amiga de Martha Cura, María Eugenia Correa Uriburu, quien sostuvo que “con el corazón lleno de gratitud, hoy nos reunimos para rendir homenaje a una mujer verdaderamente excepcional”.
Sostuvo que “es un tributo póstumo que refleja el profundo impacto que Martha dejó en nuestra comunidad y nuestras vidas” y agregó que “se dedicó a ser una buena esposa, una madre, una abuela, que llegó a ver con alegría a sus bisnietas, sino que se dedicó a mejorar las condiciones de quienes más lo necesitaban”.
Resaltó que “trabajó por una Rosario más inclusiva, más solidaria, además de ser una gran emprendedora y una gran empresaria”. Asimismo dijo que “yo la rescato como esa amiga que siempre estaba y a la que siempre podías acudir”.
Hizo mención a su fortaleza “su enorme fe en Dios, su participación en organizaciones comunitarias. Siempre estaba dispuesta a dar lo mejor de sí misma. No había para ella causa demasiado chica, ni necesidad que no despertara su interés”.
“Su generosidad no sólo era material, era generosa en su amor, en su tiempo” mencionó, para resaltar que “Martha dejó una huella a seguir, a ser agentes de cambio. Su memoria nos impulsa a construir un futuro más justo”
Del arzobispo de Rosario
Posteriormente también dijo algunas palabras el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, quien dio “gracias a Dios por su vida” y agradeció al Concejo “por esta iniciativa tan justa y merecida de reconocerla como Ciudadana Distinguida de Rosario”.
Hizo referencia a una frase de “un sacerdote sabio” que dice que “las fuerzas que mueven el corazón son las mismas que mueven la historia. Cuando en el corazón de una persona está el amor a Dios luego se despliega en obras, en solidaridad”.
Resaltó “toda la vida de Martha, su compromiso, también con la fe” y pidió “imitar su ejemplo y sembrar esa semilla que tanto necesita la sociedad”.
Destacó que “es justo y merecido este homenaje, porque siempre tenemos que guardar memoria, porque si nos olvidamos de los que nos precedieron no sabemos quiénes somos, ni qué hacemos en la vida. Y que podamos seguir su ejemplo”.
Agradecimiento de los hijos, Jorge y Mercedes
De inmediato el edil Fiatti, a quien acompañó el concejal Carlos Cardozo, del Pro, entregaron a los hijos y nietos de Martha Cura la copia del decreto por el que se la declara Ciudadana Distinguida Post Mortem de la ciudad de Rosario “por su reconocida trayectoria como empresaria gastronómica y su destacada labor solidaria” y una placa recordatoria, al igual que un presente floral.
Para agradecer hablaron sus hijos Jorge y Mercedes Cura.
Profundamente emocionado, Jorge agradeció al Concejo, a los ediles “Fabrizio y Charly, y a todos los concejales que lo votaron” y dijo que hablaría en representación de “todos mis hermanos” para destacar a Martha “bajo tres premisas fundamentales”.
Así la resaltó “como madre, que sin dudas ha tenido que renegar bastante para criarnos. Ha tenido la suerte de ver a sus nietos y bisnietos. Martha fue una mujer que estuvo siempre al lado de sus amigos, disfrutó muchísimo la amistad de todas las amigas de 50, 60 años, o más tal vez”.
Sostuvo que “era demasiado amorosa, mucho más de grande que de chica”.
Aludió a su etapa de empresaria, “cuando tuvo que poner lo que había que poner lo puso, sacó a la familia adelante. No dudó un segundo, se arremangó, y hoy gracias a Dios, con el legado de ella, con lo que nos ha enseñado, con lo que hemos mamado de ella, no tengo más que palabras de agradecimiento por todo lo que hizo por nosotros y por la gente”.
Y como tercer punto mencionó a la “solidaridad. Fue una mujer que dio todo lo que tuvo. Nunca tenía plata, porque siempre daba” y al respecto narró una anécdota: “Una vez cuando la vi con el pelo blanco le dije ‘qué haces con el pelo así, blanco’. No, no me tiño más porque en vez de teñirme esa plata la dono”. Y agregó otra, respecto a cuando había ganado una lancha en una rifa y preguntó por la lancha. La respuesta fue: “La doné. Así era Martha, ponía todo, y no le importaban las consecuencias”.
Por último dijo que “nos dejó un legado muy lindo, que intentamos seguirlo, de ser solidarios”.
En tanto Mercedes Cura, tras mencionar una cita bíblica, Mateo 13, dijo sobre su madre que “la semilla de Dios cayó en tierra fértil, ella dio frutos abundantes en su vida, dejó huellas imborrables en las vidas de muchas personas”.
Enfatizó que “tuvo una fe inquebrantable, siempre caminó de la mano de Jesús y de María, por más situación difícil que enfrentara en su vida, ella confiaba en Dios, y que por alguna razón las cosas sucedían”.
“Fue una persona llena de amor al prójimo -sostuvo-, que empatizaba con el otro de una manera muy cariñosa. Le gustaba escuchar y siempre dispuesta a ayudar, de la manera que sea, y por sobre todas las cosas con una generosidad muy grande”.
Destacó tres virtudes de su madre: la fe, la generosidad y el perdón.
“Así vivió mamá, desatando sin ataduras, libre, generosa, con amor, con humildad”, destacó en los tramos finales de sus palabras su hija.