El acto convocó a concejalas y concejales, autoridades municipales, representantes legislativos y referentes de organizaciones de la sociedad civil.
El sábado 26 de agosto se realizó un izamiento en conmemoración del Día Nacional de la Solidaridad que recuerda el natalicio de la Madre Teresa de Calculta. El acto principal que se llevó a cabo en el Mástil Mayor del Monumento Nacional a la Bandera reunió a representantes de instituciones y organizaciones de la sociedad civil que luchan por mayor integración y equidad en la ciudad.
A las 9 se concretó el izamiento de la enseña patria con la entonación de la canción «Aurora» interpretada por la cantante Lorena Bogado. Luego se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, en ese caso con el acompañamiento de la artista rosarina Cecilia Petrocelli.
A continuación, la concejala de la UCR-Juntos por el Cambio e impulsora de la actividad, Daniela León, agradeció la participación de ciudadanas y ciudadanos que se acercaron a conmemorar un día tan especial, en la mañana del sábado. “Hoy hace frío y el sol apenas nos entibia, pero acá se siente calor porque todos ustedes tienen un corazón enorme que hace a esta ciudad solidaria, esta Rosario que tanto necesita nuestro abrazo”, expresó.
León se refirió a los distintos roles en los que se asume la vocación de servicio. “Hay quienes elegimos la política y otras personas como ustedes lo hacen desde otro lugar, luchando y poniéndose en el lugar del otro. Les agradezco que hoy estén acá y por lo que hacen a diario”, afirmó.
En su discurso recordó las palabras de la propia Madre Teresa de Calcuta, a quien se conmemora en la jornada: “A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar; pero el mar sería menos si le faltara una gota”.
“Sigamos contagiando de solidaridad y vamos por esta Rosario que tanto queremos. Sigamos juntos”, cerró.
Junto a León, estuvieron presentes Fabrizio Fiatti, de Arriba Rosario; Ariel Cozzoni, de Un Gol para Rosario, y Susana Rueda, de Rosario Progresista. Además, asistió la diputada nacional Germana Figueroa Casas, del Pro.
Por su parte, el presidente de la Fundación Rosario, Rómulo Bertoya, evocó “la tragedia de calle Salta que marcó a fuego a nuestra ciudad”. Y recordó sobre ese hecho tan doloroso: “La tragedia nos enseñó que la mejor ayuda es la ayuda organizada”.
Cabe destacar que en esas instancias la fundación tuvo un rol protagónico ya que recibió donaciones y brindó capital humano. No faltaron menciones a experiencias solidarias del representante como las vividas a través de la organización civil “Los Tigres” que promueve la educación y los valores través de la actividad deportiva.
En representación del intendente municipal, Pablo Javkin, participó el secretario de Gobierno, Gustavo Zignago, quien se refirió a la historia de Rosario vinculada a la lucha por construirse y muchas veces olvidada por la centralidad porteña. En ese marco, la mencionó como “la ciudad que siempre se pensó a sí misma”.
En su discurso replicó las palabras del propio de jefe de la ciudad quien a menudo recuerda que “Rosario no estuvo en los planes de nadie” y evocó los actos por el 171° aniversario como ciudad, celebrado hace poco en el parque Urquiza.
El funcionario mencionó especialmente a organizaciones de la ciudad que día a día practican la solidaridad como los Bomberos Voluntarios y los Ex Combatientes de Malvinas, presentes también en el acto junto a demás organizaciones de la sociedad civil.
“Esa es una fecha particular –afirmó el secretario Zignago– porque lo que nos convoca tiene que ver con lo de adentro. Como parte del gabinete, lo acompañó la subsecretaria de Turismo, Alejandra Mattheus.
La actividad se cerró con la interpretación de las canciones «Color Esperanza» y «Si bastaran un par de canciones», a cargo de Petrocelli y Bogado.
Una fecha especial
El Día Nacional de la Solidaridad se instauró en homenaje al natalicio de la Madre Teresa de Calcuta, nacida en Albania el 26 de agosto de 1910 y con el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu.
La fecha se eligió en 1998, a casi un año que falleciera la Madre Teresa –el 5 de septiembre de 1997–, con el objeto de promover que ciudadanas y ciudadanos participen más activamente en la solidaridad y la responsabilidad social.
El trabajo de la monja se centró principalmente en la India, sin embargo su figura se erigió como un símbolo mundial que representa todos aquellos valores humanitarios relacionados con la consideración del otro en términos fraternales.
La conmemoración se instauró a través del decreto presidencial N° 982 y fue declarada de interés cultural. Su canonización fue aprobada por el Papa Francisco y se concretó en Roma, el 4 de septiembre del 2016.
Cuando Agnes tenía 18 años decidió convertirse en monja y viajó a Irlanda para incorporarse a la congregación de Nuestra Señora de Loreto, una orden religiosa fundada en el siglo XVII. Allí, en 1931, cambió su nombre por el de Teresa, en honor a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux.
Una vez en Calcuta, India, se desempeñó como maestra de geografía en un colegio y luego pidió permiso a sus superiores para consagrarse a los pobres y moribundos que deambulaban por las calles de la ciudad.
En 1950, el Vaticano la autorizó a comenzar con su congregación «Misioneras de la Caridad» y, desde ese momento, se dedicó a «los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los ciegos, los leprosos, toda esa gente que se siente inútil, no amada, o desprotegida por la sociedad, gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que son rechazados por todos».
Entre sus trabajos de caridad, fundó el Hogar de Moribundos Kalighat, estableció una colonia de leprosos llamada Shanti Nagar (Ciudad de la Paz), por los que recibió múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Nobel en 1979.