El trabajo de Oscar Blando hace referencia a la “verdadera Constitución progresista de Santa Fe”.
Emoción, historias, y una encendida defensa de la Constitución provincial de 1921 se conjugaron en la tarde-noche de ayer en ocasión de la presentación de la segunda edición del libro “La Constitución de 1921-La verdadera Constitución Progresista de Santa Fe”, de Oscar Blando y Oscar Defante.
En el salón “Puerto Argentino” en la planta baja del Palacio Vasallo se exhibían numerosos ejemplares del libro y ya en el recinto de sesiones se efectuó el acto de presentación de la obra que fue presidido por el concejal Leonardo Caruana, del Frente Amplio por la Soberanía, quien propuso la realización de la actividad.
De Caruana
Al iniciar su exposición el edil Caruana aludió a su participación en una mesa sobre la reforma constitucional actual y dijo que “me daba un poquito de vergüenza participar con referentes que han dedicado su vida al estudio de la Constitución, de más derechos, de nuevos derechos, y siguen siendo referencia hoy ante un contexto complejo donde se padecen decisiones y movimientos que no estábamos acostumbrados a escuchar en los últimos tiempos”.
Dijo que “lo que vamos a hacer hoy es la reivindicación de esa historia que no empezó ahora y que tiene que ver con esta segunda edición de este libro que habla de la Constitución más progresista”.
Precisó como “novedoso del texto que hacía la separación de la Iglesia y el Estado, los derechos laborales, un régimen tributario progresivo, la autonomía municipal, temas centrales que hoy podríamos estar con cada uno de ellos desglosándolos y volviéndolos a discutir”.
Hizo también referencia a otros aspectos de la Constitución de 1921, tales como “el voto femenino, la división de los latifundios y la entrega de tierras a los colonos, por eso nos parecía muy oportuno hacer la presentación en el Concejo y, además, tratar de hacer un puente al contexto actual, donde aparecen posibilidades de reforma y, como siempre, dos o tres caminos. Los más amplios de ganancias de derechos, de discusiones democráticas, amplias, o discusiones un poco más cerradas, donde la reforma parece que tiene más que ver con un interés de la política que con escuchar a las organizaciones de la sociedad civil”.
“Por eso nosotros creemos fuertemente –remarcó- si se avanza en un proceso de reforma y en una Asamblea Constituyente, que podamos democratizar la democracia, que es tener espacios de escucha, de discusiones amplias, abiertas, que es la búsqueda de más derechos, pero no olvidarnos de los que tenemos. Porque hay que poner un límite ético, administrativo y legal a la posibilidad de arrasamiento de los derechos, porque estamos en un contexto, donde lo que parecía más o menos estable se pone en discusión y en tensión. Por eso creemos en una discusión colectiva, en una discusión amplia”.
De Terrile
Fue luego el turno del ex diputado nacional Ricardo Terrile, quien realizó un pormenorizado análisis de la Constitución de 1921.
El titular de la Cátedra de Derecho Constitucional de grado, de Derecho Constitucional profundizado en la Maestría de Derecho Público de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, destacó el “placer” de acompañarlo a Blando, respecto a quien recordó cuando enfrentaron a la entonces conducción del Colegio de Abogados, con la fundación de “Solidaridad Forense”, y “ganamos la conducción de ese Colegio”.
Precisó luego que “en 1983 teníamos la intención de reconstruir y, fundamentalmente, rescatar a la universidad argentina, y a la Universidad Nacional de Rosario –en ese entonces el rector era Humberto Riccomi-, estaba intervenida la Universidad, y pensamos para normalizar nuestra Facultad de Derecho en Oscar Blando, que fue nuestro secretario Académico, que permitió que los docentes que habíamos sido discriminados por la dictadura tuviéramos la oportunidad de concursos, de presentarnos, de cambiar los planes de estudio, de transformar. Nos une con Oscar una vieja amistad”.
Posteriormente destacó cuando fue diputado provincial, “estuvimos en la época de Miguel Lifschitz, él como coordinador de una comisión que tuvo la tarea de impulsar la reforma de la Constitución de la provincia, y me eligió, como tantos otros, para poder colaborar en esa tarea”.
Ya sobre la Constitución de 1921 dijo que “cada día que la leo me entusiasmo más”, así destacó el agradecimiento a los convencionales constituyentes que la sancionaron, a los dirigentes políticos que la impulsaron, a los que la defendieron y “a los gobernantes que la pusieron en vigencia”.
Aseveró que “los constituyentes de 1921 han sido increíblemente valientes, osados”. Enumeró lo ocurrido de 1953 a 1921 en la República Argentina. Así mencionó a Caseros, la Constitución de 1853, el poder constituyente originario, Urquiza en contra de la provincia de Buenos Aires, Mitre, después de Pavón, la influencia de la inmigración en la Argentina, la conciencia política e ideológica, la formación como sindicalistas de las organizaciones de la época, el vapor, con el trazado del ferrocarri, entre otros aspectos.
También hizo referencia al derecho comparado, con la Constitución mexicana de 1917; la de Weimar en 1919, para marcar también “el Grito de Alcorta” y circunstancias excepcionales como el proceso mexicano y contra el zarismo, en Rusia, ambos en 1917, la Primera Guerra Mundial, la Reforma Universitaria de 1918, para precisar que la Universidad Nacional del Litoral (UNL), fue la primera reformista desde el nacimiento; la ley Sáenz Peña, la derogación del voto cantado, la elección de Hipólito Yrigoyen, la del gobernador Enrique Mosca, las elecciones de convencionales constituyentes.
Mencionó al artículo 6º que indica que “la Legislatura no podrá dictar leyes que proteja culto alguno” y establece el derecho de “profesar su culto libre y públicamente. En 1921, neutralidad religiosa”. Remarcó que “no tengo dudas que la neutralidad religiosa fue uno de los argumentos de la reacción visceral a la Constitución de 1921”. Aludió a Nicasio Oroño y la creación del Registro Civil en 1890, cuando la Iglesia Católica tenía el monopolio de nacimientos, casamientos y fallecimientos, que “abarcaba a los laicos y absolutamente a las otras religiones”. Dijo que “nuestra actual Constitución de 1962, como reacción a la de 1921 tiene trazado, y eso me avergüenza a mí, cuando dice que la religión de la provincia es la católica apostólica romana”.
Resaltó que “la Constitución de 1921 establecía que nadie podrá ser detenido sin orden por escrito, excepto en caso de flagrante delito” y que en tal caso “cualquier habitante podía detenerlo”. También que se hacía referencia a cárceles y colonias penales agrícolas “sanas y limpias”.
En otro tramo dijo que la normativa de 1921, en su artículo 13º, prohibía las loterías y los juegos de azar.
Posteriormente se refirió a otro aspecto, las “Bases del régimen económico y de trabajo” que habilitaba a la Legislatura a votar leyes de carácter tributario que “propenderá a la eliminación de impuestos sobre los artículos de primera necesidad”.
También consignó que establecía el voto de extranjeros y mujeres; planteaba un senador por departamento, a excepción de dos para La Capital y tres para Rosario; determinaba el cese en sus mandatos de quienes faltaran a la mitad de las sesiones; crea la Corte Suprema de Justicia; establece la autonomía municipal para las ciudades de primera categoría que deberán dictar sus Cartas Orgánicas.
Sobre el final de su intervención planteó que “restablecer la Constitución de 1921, incorporando derechos y garantías determinados por tratados internacionales, sería una cuestión maravillosa”.
De Miguel De Marco (h.)
El historiador Miguel De Marco (h.) que escribió uno de los capítulos del libro, destacó la importancia de la vigencia de la Constitución de 1921 cuando, recordó, la provincia tenía 900.000 habitantes.
Estimó que de haberse mantenido la provincia hubiera sido “un Estado modelo en Sudamérica” para bucear en los motivos que llevaron a que la Constitución fuera dejada de lado, entre otros, respecto a las peleas con el poder central.
Destacó la importancia en la génesis de aquella Constitución de la Liga del Sur y del Partido Demócrata Progresista y resaltó su “legitimidad”.
De Oscar Blando
El autor del libro, Blando, agradeció a quienes participaron de la presentación y enfatizó que “este libro nace en la Facultad de Derecho, este libro es fruto de la Universidad pública, y lo subrayo hoy”.
Destacó que “Oscar Defante me impulsó, me ayudó a hacer el libro” para recordar que Defante falleció en 2019, y lo recordó como “un empresario, un hombre extraordinario, culto, generoso, respetuoso y tolerante por el otro”, para recordar que en su firma había un auditorio, que denominó “Jorge Sábato”, donde se hicieron más de 200 eventos, y donde, por ejemplo, disertó Mario Bunge.
En el marco de los agradecimientos lo hizo respecto a quien editó el libro Leopoldo “Poli” Laborde, para mencionar que en el palco de honor “Manuel Belgrano” se encontraban la hija de Defante, Alejandra, y la esposa de Laborde, Delia “Chachi” Bautista de Laborde.
Marcó que en el libro está también el texto completo de la Constitución de 1921, para mencionar que en un debate de una futura reforma constitucional debe estar presente “la progresividad, y no la regresividad”.
Refirió al apoyo fundamental de los dos diarios de la provincia de aquel momento, “El Litoral” y “La Capital”.
Consignó cuando la Constitución es derogada porque adujo el gobernador de entonces que se habían vencido los plazos de funcionamiento de la Convención reformadora y de su reposición en la gestión del gobernador Luciano Molinas.
Luego le dio paso a César Marconcini, quien descubrió que a partir de la vigencia de la Constitución , en 1934, fue elegida como presidenta comunal –“intendenta” señaló “La Capital” de aquella época-, Julieta Lavaggi de Ginocchio, en Soldini, que se estima fue la primera mujer en dicho cargo en la Argentina y en América.
Precisamente en el palco de honor estaban nietos de Julieta, y también estuvieron en el acto un bisnieto y una tataranieta.
Sobre el final pidió que desde el público el que quisiera expusiera sus ideas y así lo hicieron la ex diputada nacional Alicia Tate; un bisnieto de Julieta Lavaggi, y entre otros el politólogo Hugo Quiroga; la periodista Patricia Martínez Dufour, al igual que el presidente comunal de Soldini, Leonardo Marconcini.
Participantes
Asistieron al acto entre otros, el edil Hernán Calatayud, de Volver a Rosario; la secretaria de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia, Alicia Tate; el secretario de Acción Social y Gremial de la Universidad Nacional de Rosario, Marcelo Marchionatti; el director provincial de Movilidad y Aeronáutica, y ex presidente comunal de Uranga, Alex Sabattini; el titular de la comuna de Soldini, Leonardo Marconcini y los secretarios de Cultura y de Producción de la misma, Rocío Ballanti y Rubén Lo Presti.
Igualmente concurrieron los ex ediles Adriana Taller, Leonardo Panozzo, Alberto Cortés y Nire Roldán, y el ex diputado nacional y provincial, Juan Carlos Zabalza.